VALTRIS quería mejorar la circularidad y ayudar a los trabajadores con la automatización
VALTRIS es un centro de clasificación situado en la región belga de Charleroi, con una capacidad de tratamiento de unas 50.000 toneladas de envases.
Completamente modernizado en 2021 para ampliar la clasificación de las distintas fracciones de residuos, el centro emplea a 100 trabajadores y clasifica el material en 16 flujos de materiales distintos.
El reto
El equipo de VALTRIS observó que aún quedaban materiales reciclables en el flujo residual, especialmente botellas de PET enrolladas, lo que dificultaba la circularidad de los materiales.
Esto, combinado con periodos regulares de sobrecarga de materiales que aumentaban significativamente la presión sobre los clasificadores manuales, les llevó a buscar una solución que pudiera dar soporte a ambos, garantizando al mismo tiempo el mantenimiento de los objetivos de pureza.
VALTRIS trabajó con el integrador SWS para identificar opciones y decidió invertir en un robot Recycleye en la fase de control de calidad del flujo residual.
«Sabíamos que aún quedaban materiales reciclables en el flujo residual, e incluso con tolerancia a las pérdidas, queríamos contribuir a una mejor circularidad de los materiales recuperando la mayor cantidad posible.»
Thomas Dalla-Riva, Director del Centro de Clasificación de VALTRIS.
Résultats
artículos clasificados
92% tasa de pureza
98% tasa de disponibilidad
24 horas al día, 7 días a la semana
La solución de clasificación robotizada se diseñó para clasificar cualquier material reciclable recuperable, dando prioridad al PET limpio, ya que el robot con inteligencia artificial diferencia los envoltorios de las botellas de PET, que probablemente no se clasifiquen con la tecnología de clasificación óptica en otras fases del proceso.
Identificación y recogida de materiales reciclables en
una línea de residuos
Fiabilidad – el robot tiene una tasa de disponibilidad del 98% y clasifica 1.600 artículos por hora con una tasa de pureza del 92%. El robot se instaló fácilmente en una línea residual de gran actividad y ahora funciona 24 horas al día, 7 días a la semana, con un mantenimiento diario rápido y sencillo.
Flexibilidad – Los recolectores humanos pueden trabajar de forma segura junto al robot, y reciben ayuda con las grandes cantidades de residuos de envases en el flujo durante los periodos de mayor actividad. Los datos generados por la cámara del robot también ayudan a identificar las tendencias de los residuos en la planta.